Julio-Agosto 2021 Translation
Una vez que partí de California, emprendí el camino para completar los cursos que necesitaba para trabajar en los yates tan rápido como pudiera. Tuve suerte de poder completarlos en Florida mientras pasaba tiempo con mi familia. Después de poco más de dos semanas, estaba abordando un vuelo a Dallas para llegar a Paris (una ruta frustrantemente extraña). En el aeropuerto, el inminente viaje a Europa para buscar unirme a la tripulación de un yate parecía una broma. No era algo que jamás me hubiera imaginado haciendo. Estaba muy emocionado. Después de una parada breve en Paris para ver a un buen amigo y pasear un poco, estaba en camino a Antibes.
El sur de Francia es realmente hermoso y digno de su fama. Siendo honesto, solía pensar que su reputación era exagerada ¿cómo podía compararse con las playas de México? Aunque es ciertamente diferente, esto no lo hace menos impresionante. El color azul del agua es fascinante. Disfruté las vistas y toda su belleza pero mi objetivo era encontrar trabajo, no ser un turista. Me dediqué a seguir el consejo que me dieron y leí en línea sobre como entrar a la industria de los yates. Caminé por los muelles, me inscribí a agencias de reclutamiento para tripulación, me uní a grupos de Facebook y constantemente edité mi resume. A lo largo de este proceso me preguntaba constantemente que tan buen candidato era en verdad, preocupado de lo que otros a mi alrededor hacían y el éxito que algunos de ellos encontraban… Aprendí algunas lecciones a lo largo del camino. Estoy orgulloso de haber evaluado constantemente lo que hacía, siempre busqué mejorar cualquier cosa que hacía y como lo hacía y esto ha demostrado valer la pena. Dándome cuenta de lo preocupado que estaba sobre que tan buen candidato era, traté de recordarme que nunca debería permitir que el contenido de mi currículum me preocupe demasiado. Por supuesto, un buen currículum y experiencia son importantes para ser considerado para varios puestos, pero lo que más importa es tener confianza en el valor y cuán único uno es. Por último, aunque puede ser útil saber que esta funcionando para otros que encuentran éxito, es escencial mantener la envidia lejos. Recuerdo pensar: Por qué “x” persona o “y” persona están teniendo mejor suerte que yo? Pero resulta ser que a final de cuentas yo resulte tener mucha suerte también…
Cada pequeño pedazo de experiencia que pude obtener trabajando un día o dos en un barco fueron pequeñas victorias que creo que me estaban acercando a asegurar una posición permanente. Eventualmente, obtuve un trabajo temporal en un yate de los que son un poco más pequeños por alrededor de una semana y media. Mi fecha de inicio fue retrasada por algunos días y me dijeron que solamente trabajaría algunos de los días dentro del periodo de semana y media. Pero el trabajo es trabajo y existía una posibilidad de que yo trabajara por un periodo más largo si el regreso del otro marinero a quien substituiría se retrasaba. Así que deje la casa de tripulación en Antibes y me mudé al barco en el pueblo vecino. La tripulación era muy amable y estaba emocionado de trabajar con ellos. Sin embargo, la siguiente mañana recibí un email de un oficial de otra embarcación. Era una oportunidad que no podía dejar pasar. Después de hablar con la chef y el capitán del yate al que apenas me había mudado el día anterior, empaqué mis maletas de nuevo y tomé el primer tren con rumbo a Mónaco. Me uní a un yate de más de 75 metros por 3 semanas mientras parte del equipo de cubierta estaba de baja. Poco antes de haber obtenido esta oportunidad, estaba considerando dejar Europa para completar mi certificación como divemaster y continuar mi búsqueda de una posición permanente en un yate, esta vez como deck/divemaster. ¡Este contrato de 3 semanas era perfecto! Podía ganar experiencia, ahorrar un poco de dinero y después ir y completar mis cursos de buceo. Aún cuando mi contrato era temporal, creí que me ayudaría a obtener suficiente experiencia para obtener un trabajo después, y así fue. Además, me sentí realizado. Estaba trabajando como marinero en un yate y navegando los mares en él. ¡Lo había logrado! El trabajo no es de ninguna manera un paseo sino físico y demandante. Pero me encanta trabajar en un barco, estar en el mar y moverme de puerto en puerto.
Cerca del fin de mi contrato de tres semanas, existía un poco de incertidumbre relacionada con mi futuro. Existía la pequeña posibilidad de que mi contrato fuera extendido si uno de los miembros del equipo de cubierta retrasara su regreso al barco. Pero después de todo si regresó y yo estaba libre exactamente 3 semanas después de haber sido contratado. Definitivamente me hubiera gustado quedarme más tiempo pero mi plan alternativo era otra aventura. Era tiempo de que completara mi curso de divemaster. Después de hacer un poco de investigación en la web, decidí que iría a Tofo, Mozambique a completarlo. Este lugar tiene mucha megafauna (incluyendo tiburones, mi animal favorito), surf y una buena oportunidad en cuanto a precios de los cursos. Justo cuando una aventura terminaba, otra comenzaba y lo que inició como un viaje a completar un curso de buceo, terminaría siendo un viaje mundial con Roma como la primer parada.