Decidiendo — La Portilla

Diciembre 2021 - Enero 2022 Translation

Me enfrenté a una decisión ideológicamente grande durante mi estadía en San Diego. El trabajo resultó ser bastante bueno, las mismas tareas que antes (mantenimiento general) pero con una tripulación mucho más activa y amigable. Me pagaban bien y el barco tenía un itinerario emocionante. En resumen, no había razón por la cuál quejarme o irme. PERO, seguía tentado por la posibilidad de participar en regatas en México para ganar más experiencia veleando y trabajar como divemaster justo después. Pasé una buena parte de mi tiempo en Dytan reflexionando sobre si debería irme o quedarme. Muchas preguntas guiaban mi proceso de reflexión: ¿Qué es lo que quiero en verdad? ¿Cuál es la decisión más responsable que puedo tomar? ¿Necesito renunciar a mi buen trabajo estable con una tripulación divertida ahora? Si quiero velear y bucear, ¿qué me está deteniendo? ¿Qué es lo que espero lograr después de obtener la experiencia veleando y buceando? Esto puede parecer como una decisión no tan consecuente, pero esta era una decisión grande para mí no por sus consecuencias directas sino por las implicaciones. Escoger conservar mi trabajo y quedarme en Dytan, significaba que prefería ser conservador sobre perseguir lo que verdaderamente quería. Significaba que, después de todo, tal vez no era realmente serio en cuanto a lo que deseaba y lo que “soñaba”. En otras palabras, no tenía el coraje para tomar un riesgo cuando la situación lo requería. Significaba esperar a sentirme seguro para tomar una decisión verdaderamente consecuente. El problema es que tal vez para el momento en que proyectaba que estaría listo para irme del barco, las mismas oportunidades no estarían presentes entonces… Sentía que esta era una decisión que probablemente podría dictar el curso de mi vida por al menos los próximos 2 años de mi vida. Aún más, esta era una decisión difícil de tomar porque tenía que escoger entre 2 cosas buenas. Si me gustaba mi trabajo y la tripulación y no quería irme después de tan poco tiempo de ser contratado. Al final, mi cabeza escucho a mi corazón. Me negué a dejar que la profesionalidad y las opiniones de otros dictaran lo que escogía. Escogí aventura e incertidumbre por sobre seguridad y estabilidad. No me sentía cómodo dejando atrás a tan buena tripulación después de tan poco tiempo pero si me sentí aliviado y emocionado sobre mi decisión. Sabía que tendría que ser cuidadoso con cómo manejaría los próximos meses pero wow, si que estaba emocionado por una gran época por venir. Mi plan era ir a visitar a Zaynah en Brazil, irme a La Cruz de Huanacaxtle en México para participar en regatas y luego conseguir un trabajo como divemaster “en algún lugar del Pacífico”. Gracias a Dios, todo va de acuerdo al plan hasta ahora.

December 2021 - January 2022

I faced an ideologically big decision during my time in San Diego. The job turned out to be pretty good, same type of tasks as the previous one (general vessel maintenance and upkeep) but with a much more active and amiable crew. I was getting paid well and the boat had an exciting schedule. In summary, no reason for me to complain or want to leave. BUT, I was still tempted by the possibility of partaking in regattas in Mexico to gain more sailing experience and work as a divemaster afterwards. A good amount of the time I spent on Dytan, I was going back and forth on whether I should stay or go. Many questions would guide my thought process: What do I truly want? What was the most responsible choice to make? Do I need to quit my good, stable job with a fun crew now? If I want to go sail and dive, what is stopping me? What do I expect to achieve after getting the sail and dive experience? This may seemingly not be too big of a deal to decide on, but this was a big decision for me not due to its direct consequences but due to its implications. Choosing to keep my job and stay on Dytan meant I preferred to be conservative over pursuing what I really wanted. It meant that maybe I was not really serious about what I desired and “dreamed of” after all. In other words, I didn't have the courage to take a risk when the situation demanded it. It meant waiting for a sense of security to make a very consequential decision. The problem is that maybe by the time I had projected I would be ready to leave, the same opportunities or desire would not be there anymore… I felt this was a decision that could potentially dictate the course of my life for the coming 2 years of my life at least. Moreover, this was a hard decision to make because I had to choose between 2 good things. I did like my job and the crew and did not want to leave so shortly after I was hired. In the end my head listened to my heart. I refused to let professionalism and others' opinions on me to dictate what I chose.I chose adventure and the uncertain over safety and stability. I did not feel comfortable leaving a good crew behind after such a short time but I felt relieved and excited about my decision. I knew I would have to be careful with how I managed the next months but boy was I looking on to a great time. My plan was to go visit Zaynah in Brazil, head to La Cruz de Huanacaxtle in Mexico for the regattas and then line up a divemaster job “somewhere in the Pacific”. Thankfully, all is going according to plan so far.